Acción Poética

jueves, 13 de junio de 2013

La poesía es algo que anda en la calle

Acción poética: una revolución de letras invade los muros de las ciudades 

El movimiento nació hace 15 años en México; un tucumano lo popularizó en la Argentina y América latina; facebook, el gran masificador; en 30 ciudades las paredes tienen poesías estampadas 
Por Verónica Dema 

La propuesta parece adherir al principio del Conde de Lautréamont: "La poesía debe ser hecha por todos". El movimiento Acción Poética (AP) fue creado en Monterrey por el poeta mexicano Armando Alanis Pulido hace 15 años. Recién hace cinco meses, un tucumano trajo a su provincia la idea de pintar frases en muros blancos. Entonces, el movimiento se masificó por toda la Argentina -hay más de 30 ciudades que adhirieron- e, incluso, empezó a copiarse en varios países de América latina. 
Desde "el jardín de la República", el gestor cultural Fernando Ríos Kissner es el coordinador de Acción Poética. Cuenta a LA NACION que al enterarse del proyecto se contactó con su creador para replicarla. "Jamás había intervenido el espacio público. No me imaginaba que íbamos a vivir esta revolución poética, todavía no lo podemos creer", reconoce. Luego recuerda la primera salida: un grupo de amigos con pinceles y un tarro de pintura negra, temerosos de que los tomaran por "vándalos que ensuciaban paredes sin permiso". Eligieron la frase de Alanis Pulido, el poeta que los inspira: "Duermo poco, sueño mucho". 
Los primeros muros que pintaron estaban cerca del negocio de Ríos Kissner. "Queríamos tener donde refugiarnos si nos agarraban in fraganti", dice. Así pasaron dos noches estampando paredes ajenas en la ciudad de San Miguel de Tucumán hasta que se reunieron y decidieron cambiar: pedirían permiso a los vecinos y pintarían micro poesía sólo en esos lugares cedidos. Desde que subieron las fotos con las pintadas a Facebook -armaron la página Acción Poética Tucumán - no pararon de recibir mensajes de personas dispuestas a ceder sus muros e, incluso, con ganas de salir a pintar. 
AP tiene sus reglas. Se escribe micropoesía: que definen como una frase de no más de ocho palabras. "Entendimos que menos es más", dice Ríos Kissner. Dibujan letras mayúsculas de imprenta color negro sobre una pared blanca que haya sido cedida para eso. Los primeros diez muros se pintan con frases del poeta Armando Alanis Pulido, como un modo de homenajear al creador de este movimiento. 
Primero empezó Tucumán, luego Chaco y así siguió contagiándose esta acción poética por ciudades de todo el país. El movimiento también llegó al interior de la provincia de Buenos Aires: están Acción Poética Berazategui, Quilmes, Coronel Pringles, entre otros. "Escribimos poesía que leen varios miles de personas, muchas más que las que se acercarían a comprar un libro de poesía de esos que en las grandes cadenas ni siquiera se muestran", dice el propagador argentino, hoy señalado por Alanis Pulido como coordinador en el cono sur. Desde que AP está en la Argentina, se copió en Perú, Bolivia, Paraguay, Nicaragua, Guatemala y Venezuela. 
"Los vecinos están orgullosos de que su barrio y su ciudad tenga más poesía", dice Ríos Kissner. "Hay una lectura equivocada de lo que la gente necesita leer. Se esconde la poesía en las librerías y resulta que mucha gente nos dice: 'Gracias, me dieron ganas de escribir', o 'Ahora empecé a leer de nuevo poesía'. También empezaron a llamar de escuelas para que difundamos el movimiento, nos invitan a dar un taller y terminamos pintando con los chicos". 
Cualquiera puede empezar a generar su movimiento poético en su ciudad. Sólo hay que respetar algunas reglas, que van variando levemente según las ciudades en las que se instala. 
* Se pide que los que quieran participar se comprometan en continuar en el movimiento 
* Aclara que siempre solicitan las paredes para pintar (nunca se pintan los muros sin dueño) 
* No se acepta dinero, sólo donaciones de pintura de color blanco y negro y pinceles 
* Las frases se eligen de acuerdo a las dimensiones del muro, el contexto, la orientación de la calle y si el dueño la escoge, mejor; las frases no pueden tener más de ocho palabras, para garantizar la rápida visibilidad 
Así, blanco sobre negro, pincelada tras pincelada, la poesía le gana a cualquier forma de insulto. 

Fuente: La Nación

Acción Poética Nacional - Sin poesía no hay cuidad

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